77 personas han muerto por el ébola en Guinea Conakry de los 122 casos diagnosticados, es decir, el virus presenta una mortalidad del 63 por ciento. Y sigue avanzando. Los casos se están extendiendo por el sur del país, el epicentro del brote epidémico, y ha llegado ya a la capital Conakry. Liberia ha confirmado dos casos, y hay casos sospechosos en la vecina Sierra Leona, lo que ha llevado a las autoridades de Senegal a cerrar su frontera con Guinea, en un intento por evitar la expansión a su país.
“La gente no ha experimentado nada como esto antes, ni en Guinea ni el resto de la región del África Occidental”, recalca el doctor Facely Diawara, responsable del Departamento de Salud de la Cruz Roja de Guinea. “El hecho es que el Ébola es una nueva enfermedad en esta región y, dada su alta capacidad de infección y contagio, contribuye al miedo y al estigma sobre este virus y las personas afectadas”.
Por estos motivos, la Cruz Roja del país, con el apoyo de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, está trabajando estrechamente con el Ministerio de Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Médicos Sin Fronteras para frenar la expansión de este virus mortal. Los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja, capacitados en este tipo de situaciones de emergencia, están trabajando en las áreas afectadas, identificando y tratando a aquellas personas que han estado en contacto con casos sospechosos, desinfectando las viviendas de las víctimas, y transmitiendo consejos a la población sobre cómo protegerse del virus. Los voluntarios también están trabajando en la manejo seguro de los cadáveres y ofreciendo apoyo psicosocial a las familias afectadas.
La Federación Internacional ha activado además el despliegue de una Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU, en sus siglas en inglés) de Salud (Unidad de Cuidados Básicos de Salud); otro miembro de la ERU de Logística y está apoyando a la Cruz Roja de los países vecinos para incrementar la capacitación de los voluntarios en acciones de prevención.