Hace dos años, Marta Sanz comenzó a ser voluntaria de FUNDAT, la Fundación Aragonesa Tutelar. Desde entonces acompaña a una usuaria, tutelada por la Fundación, en actividades de su vida diaria con el objetivo de favorecer su inclusión y, sobre todo, dar respuesta a sus necesidades afectivas. “Una persona puede decidir hacer deporte, ir al cine, que le guste la música, pero cuando una persona no tiene una familia, necesita a alguien que le quiera y estas personas, tuteladas por la Fundación, reciben apoyo afectivo”.
Esta experiencia, será uno de los testimonios que diferentes voluntarios compartirán en la jornada del día 26 en el XVIII Congreso Estatal de Voluntariado. Marta, junto con Francisco Javier Iriarte, de COAPEMA (Consejo Aragonés de las Personas Mayores), Noelia Cortés, del voluntariado de Alcorisa, y Carlos Susías de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español, como moderador, participarán en la Mesa redonda “Experiencias de vida de personas voluntarias. Diferentes entornos y destinatarios”.
El voluntariado que realiza Marta, en concreto, supone un acompañamiento a la persona tutelada en momentos de tiempo libre y ocio, fechas señaladas (cumpleaños, fiestas navideñas, vacaciones, etc.) le visitan en su centro y le ayudan en cuestiones básicas (visitas médicas o gestiones administrativas).
“El voluntariado enriquece mucho a una persona; yo ya había tratado con personas con discapacidades y lo veo muy igual a nosotros, cada uno somos especiales de una forma”, nos cuenta Marta.
Respecto al Congreso de Voluntariado, afirma que “el común de todos los voluntarios es el querer hacer” y cree que “hay actividades que se pueden llegar a compartir entre entidades de voluntariado, y en el Congreso podemos conocernos y establecer contacto”.
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