Ya está disponible la publicación del estudio «El voluntariado en Aragón: qué, cómo y por qué»

El perfil medio de una persona voluntaria en Aragón es una mujer, nacida en España, mayor de 45 años, con una posición ideológica de izquierdas y creyente. Así se desprende del Informe elaborado por la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado y la Plataforma del Voluntariado de Aragón como parte del estudio realizado a nivel nacional, «El voluntariado en España: quién, cómo, por qué.», impulsado por la Plataforma de Voluntariado de España en colaboración con sus entidades miembro y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que se publica ahora. El estudio completo está disponible en la web de esta entidad .

De los datos recabados en la Comunidad autónoma aragonesa, donde se realizaron 502 cuestionarios a personas voluntarias, el grupo de edad predominante es el de mayores de 65 años, al que pertenecen cerca del 21% de las personas voluntarias. Además, el 60% del voluntariado tiene más de 45 años y la edad media es de 47 años. Un 31,7% de las personas voluntarias viven hogares de dos personas y la mayor parte de ellas tiene estudios superiores, con un nivel socioeconómico medio, en una localidad de más de 200.000 habitantes.

En el informe se recogen también datos que definen la acción voluntaria en Aragón. La mayor parte de la colaboración es presencial y se enmarca especialmente en el ámbito social (un 35% de la acción voluntaria) y del ocio y tiempo libre (un 31%). Prima el voluntariado de continuidad con una frecuencia e intensidad alta, ya que un 70% dedica entre 1 y 3 horas semanales al voluntariado.

En Aragón, diferentes estudios estiman que entre un 6 y un 8% de la población hace voluntariado, lo que supone que unas 100.000 personas realizan actividades solidarias en la Comunidad.

Por otro lado, existe una alta satisfacción de las personas voluntarias en todos los aspectos analizados, que han sido puntuados por encima del 3 sobre 4. Destaca especialmente la relación con las personas destinatarias, y la tarea que realizan, que se valoran con un 3,5 sobre 4. También se reconoce el valor de las competencias adquiridas en el ejercicio de la acción voluntaria, en especial el trabajo en equipo y la comunicación interpersonal.

La motivación de las personas voluntarias es uno de los aspecto más relevantes para este análisis. En este caso, el estudio considera que la solidaridad, los valores y la justicia social son las razones más valoradas para empezar a hacer voluntariado. Además, estos motivos no cambian a lo largo de toda la experiencia y son imprescindibles para el mantenimiento del compromiso. Finalmente, el cambio de circunstancias personales es la causa más frecuente para dejar de hacer voluntariado.

Respecto de la gestión del voluntariado, las personas voluntarias acceden a las entidades principalmente a través de personas conocidas y consideran que cuentan con muchas facilidades y que el acceso a la acción voluntaria es sencillo. Gracias, entre otras, a herramientas de gestión de las entidades como la formación, el acompañamiento y la figura del responsable del voluntariado.

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