Pilar tiene 21 años y está acabando la carrera de Ingeniería Informática en la UniZar (Universidad de Zaragoza). Cuando no está sumergida en sus estudios, le gusta mucho leer y compartir momentos con sus amigos. Además, siempre que puede, intenta viajar, preferiblemente al extranjero para perfeccionar su inglés. La relación con Aspansor viene de lejos, ya que ha sido usuaria antes de empezar a hacer voluntariado en la entidad, donde realiza talleres de sensibilización, actividades de ocio y tiempo libre, encuentros y un montón de actividades más.
¿Qué tarea haces en tu proyecto de voluntariado?
En cuanto al voluntariado, formo parte de ASPANSOR (Asociación de Padres de Niños Sordos de Zaragoza), donde no solo soy voluntaria, sino también usuaria. Junto a un grupo de jóvenes y con la guía de Cristina, Marisa y las logopedas, organizamos actividades. Estas actividades van desde charlas en la Facultad de Magisterio y colegios, donde concienciamos sobre la discapacidad auditiva y el voluntariado, hasta divertidos talleres navideños con la visita de Papá Noel. También participamos en mercadillos solidarios, encuentros juveniles, y más.
Una parte especial de nuestro voluntariado es hablar con familias que acaban de recibir el diagnóstico de sordera para ofrecerles apoyo y abrirles las puertas de nuestra comunidad y que nos conozcan un poco más.
¿Por qué decidiste hacer voluntariado?
Es algo que he visto desde que llegué a la asociación. La gente colaborando, usuarios participando en actividades, reuniones, y poco a poco, las «nuevas generaciones» tomamos el relevo.
¿Qué ha supuesto el voluntariado para ti? ¿Qué te ha aportado?
El voluntariado ha sido una pieza fundamental en mi día a día. Me ha hecho crecer como persona, abriendo mi mente a diferentes historias y situaciones personales.
¿Cómo animarías a otras personas a que las personas hagan voluntariado?
Diría que dedicar un minuto de tu tiempo a alguien puede cambiarle por completo el día. ¡Anímate a formar parte de algo más grande que tú!
