Angelines Machuca es voluntaria en el comedor social y en la guardería de la Obra Social de El Carmen y también hace voluntariado en Aspanoa, en tareas de sensibilización. Está jubilada pero se siente joven y con ganas de hacer cosas que le gustan y me llenan. Hacer voluntariado «me gusta muchísimo». Además, le relaja perderse por Zaragoza, asistir al auditorio a los grandes conciertos, a la ópera, leer, el cine… y disfrutar reuniéndose con sus amigas.
¿Qué tarea haces en tu proyecto de voluntariado?
En 2017 me hice voluntaria de la Obra Social el Carmen, participando en diferentes proyectos de los muchos que tienen. Comencé en el ropero de hombres, seleccionando la ropa y entregándola a los usuarios.
Me gustan mucho los niños y quedó libre una plaza de voluntaria en la guardería del Carmen, para cuidar a bebés desde los 4 meses a 3 añitos, y desde entonces ahí sigo, disfrutando con ellos 2 días por semana. Además, participé en apoyo escolar con niños desde los 3 años hasta la ESO.
Otro día a la semana estoy en el comedor de la Obra Social, ayudando a tener preparadas las mesas para recibir a los comensales, que todos los días del año acuden al comedor social.
También soy voluntaria de Aspanoa (Asociación de padres de niños con Cáncer) en diferentes tareas: mesas informativas, huchas, ayudando en la sede en diferentes eventos, ayuda hospitalaria a los niños, talleres para preparar decoración en el hospital, partido de Aspanoa, Museo, y en los diferentes eventos que organizan.
¿Qué ha supuesto el voluntariado para ti? ¿Qué te ha aportado?
Para mí el hacer voluntariado supone un gran enriquecimiento, me hace sentir bien, me siento útil y me aporta un gran círculo de gente estupenda.
¿Cómo animarías a otras personas a que las personas hagan voluntariado?
Animo a las personas empáticas y con tiempo, mucho o poco, a participar en los innumerables voluntariados; seguro que hay alguno que les encaja por necesidades y tiempo. Se recibe muchísimo más de lo que podamos dar nosotros.