Cáritas Diocesana de Zaragoza presenta su memoria anual

Como todos los años, con motivo de la celebración del Corpus Christi, Cáritas Diocesana de Zaragoza lanza su Campaña de Caridad y presenta su memoria del año anterior, que muestra la labor de acogida y acompañamiento a las personas más vulnerables, además de las diversas acciones de intervención, sensibilización e incidencia. Bajo el lema “Tiende tu mano y enrédate. #Seamos más pueblo”, Cáritas incide en un mensaje de compromiso y esperanza.

Durante 2020, Cáritas Diocesana de Zaragoza ha acompañado a 11.518 personas en 5.332 hogares. Concretamente, 7.986 personas fueron acogidas en el ámbito urbano, 1.326 en el rural, 1.507 en sus proyectos especializados y 816 en su sede. En total, ha supuesto un 23% más de personas acogidas que en 2019, y un 31% más que en 2018.

La entidad ha volcado sus esfuerzos en estar cerca, escuchar, acoger a las personas más vulnerables, adaptando su forma de trabajar a las nuevas circunstancias. Son más de 7.663 intervenciones de orientación, acogida y apoyo psicosocial a las que hay que sumar la entrega de 14.196 ayudas económicas directas a familias por valor de 2.257.253,27 euros, lo que supone un 69% más que en 2019 y un 86% más respecto a 2018.

Por otra parte, Cáritas Zaragoza apoyó, en 2020, proyectos de cooperación internacional en Palestina y en Bolivia. Así mismo, colaboró con ayuda humanitaria en Hwangue (Zimbabue) y en Tacobamba (Bolivia).

Durante la pandemia, Cáritas ha seguido más cerca que nunca, acogiendo y acompañando, adaptando su labor a la situación sanitaria, mediante atención telefónica, cuando no ha sido posible hacerlo de forma presencial. Todo ello ha sido posible gracias a la labor que realizan las personas voluntarias y trabajadoras tanto en el ámbito rural como urbano y en los centros y servicios especializados además de en la Fundación por la Inclusión Social y la empresa de inserción A Todo Trapo Zaragoza.

Durante el 2020, Cáritas sólo recibió un 18% de financiación pública y el resto de ingresos provinieron de donaciones (personas socias o donantes puntuales) y otros ingresos varios (cuotas residentes, etc).

LOS ROSTROS DE 2020
De las personas que fueron acogidas durante 2020 en Cáritas Zaragoza:

  • Un 54,4% fueron mujeres y un 45,2% fueron hombres.
    El 45,1% de las personas acogidas estaban en situación de desempleo y sólo un 9% estaban trabajando en el momento de ser acogidas.
  • El 62,8% de las personas atendidas nacieron fuera de España y el 36,6% en España. El 43,8% de las personas migrantes atendidas tenían permiso de residencia y/o trabajo mientras el 40,2% estaban en situación de irregularidad jurídico-administrativa. Estas últimas tienen condiciones de vida muy precarias y soportan muchas más dificultades para acceder a los sistemas de protección social que el resto de la ciudadanía.

A continuación, se exponen algunos datos característicos de los hogares:

  • La pandemia ha provocado que un numeroso grupo de personas haya tenido que acudir por primera vez (51’4%), pero también existe otro amplio grupo de personas que de manera cíclica ha de contar con ayudas para atender sus necesidades más básicas.
  • Un elevado 30,3% de los hogares atendidos en CDZ residían en habitaciones realquiladas en viviendas de uso compartido. Esta cifra se ha duplicado en tan sólo dos años. Estas precarias condiciones de habitabilidad comportan importantes riesgos psicosociales para los hogares que viven en estas circunstancias.

LA MIRADA DE CÁRITAS DE LA REALIDAD SOCIAL
El incremento en el volumen de atenciones en CDZ iniciado en 2019 no es de extrañar puesto que los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE muestran cómo, en los años 2018 y 2019, la mayoría de indicadores que miden la pobreza y la exclusión han ido empeorado, especialmente aquellos que muestran la situación de la población más empobrecida.

En este sentido, se constata que la pobreza no la ha creado la pandemia, más bien ha agravado las condiciones de vida de las personas que ya estaban en situación de pobreza antes y ha incrementado el número de personas que han caído en esta situación por estar en contexto de precariedad y vulnerabilidad anteriormente.

Las realidades que en este contexto destacamos son:

  • Empleo: El desempleo afecta en gran medida a las familias que atiende Cáritas, y se observan desajustes en el acceso al mercado de trabajo (más aún con la especialización y digitalización que se requiere actualmente) así como más precarización e irregularidad a partir de la crisis generada por la pandemia.
  • Ingresos mínimos: Hemos constatado las dificultades de acceso a prestaciones básicas y la falta de agilidad y cobertura por parte de los sistemas públicos de protección social (Ingreso Mínimo Vital, Prestación Complementaria, Ayudas de Urgencia…).
  • Vivienda: Sigue siendo insuficiente la oferta de alquiler social por parte de la Administración Pública. Sin ingresos estables, como es la circunstancia de las familias que acuden a Cáritas, es muy difícil mantener y acceder al mercado de alquiler.
  • Movimientos migratorios: Es importante tener en cuenta el origen y la causa de las migraciones, así como las consecuencias que esto conlleva en las personas. Las condiciones de tránsito y llegada (en muchas ocasiones) así como las trabas y escasas oportunidades de inserción, inciden en su realidad de vulnerabilidad y pobreza.

En todos estos contextos de vulnerabilidad y exclusión social en los que las personas viven de forma prolongada el sufrimiento, aislamiento social, paro, soledad… hemos podido observar un agravamiento de la salud mental y emocional.

Así pues, desde Cáritas animamos a mirar más allá de nuestro entorno personal, apostando por la cultura del encuentro, la construcción de la paz y la promoción del diálogo y tolerancia.

Inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, defendamos los Derechos Humanos y la dignidad de cada persona; y, por encima de todo, mantengamos la esperanza en un futuro mejor incorporando en nuestro estilo de vida el cuidado de la vida y de la casa común.

AGRADECIMIENTOS

Cáritas quiere agradecer el apoyo de personas y empresas que, durante todo el año han estado colaborando con la entidad no solo a través de aportaciones económicas sino también en especie (mascarillas, geles, pantallas…).

Y, un año más, y en esta ocasión con más motivo por supuesto, el agradecimiento más especial va dirigido al compromiso voluntario de 979 personas y la generosidad de las 6.510 personas socias que permiten desarrollar cada día los programas y proyectos de Cáritas en la diócesis de Zaragoza.

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