El 17 de diciembre de 1985, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que desde entonces, el día 5 de diciembre rimaría cada año con palabras como voluntario o voluntariado.
Es cierto que se trata de una rima libre, que no se ajusta a ninguna de las reglas de la métrica, pero ya que hablamos de libertad… ¿qué hay más libre que la elección de una persona que decide ayudar a su comunidad o al medio ambiente?
Repasando otras rimas posibles, he descubierto como “Voluntario” rima sólo con palabras bellas… ¿no me creéis? Pues…
…podéis ponerlo en duda,
ante todo, libertad,
pero en las próximas lineas,
os lo voy a demostrar.
Empezaré este ejercicio,
con la principal cualidad,
quizás la más evidente,
rimemos con solidaridad.
Querer ayudar al prójimo,
sin pedir compensación,
aunque sea común en ellos,
les convierte en excepción.
Un voluntario ve la vida,
a través de su corazón,
Donde otros ven problemas
él encuentra motivación.
Sacar tiempo para los demás,
aunque parezca un sacrificio,
un voluntario lo llama
“tener espíritu de servicio”.
Ofrecen su tiempo libre,
porque así es su elección.
Cambiando la apatía por ánimo,
y la pereza por acción.
Pero sigamos buscando rimas,
para añadirlas a nuestra lista…
la siguiente viene servida
con la palabra altruista.
Y es que el pago que reciben,
tiene un valor personal.
Es imposible poner cifras,
a un salario emocional.
Rima con valores y esfuerzo,
con fuerza y responsabilidad,
con esperanza y entrega,
con ética y con justicia social.
No rima con ingeniero,
pero sí con constructor,
pues con su trabajo construyen,
sin duda, un mundo mejor.
Pero entre todas las rimas posibles,
quiero elegir para finalizar,
aquella que da sentido a todo,
la palabra HUMANIDAD.
Y es que como decía el sociólogo Joaquín García Roca: “El voluntariado es, ante todo, un experto en humanidad. Es ahí donde radica su fuerza personal. La riqueza en humanidad es un compromiso con los sujetos débiles y frágiles, […] porque no se trata de poseer o de dominar, sino de compartir”.