Ante la medida anunciada por el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, en la Junta Local de Seguridad de las Fiestas del Pilar 2015, de que se incautarán las bebidas alcohólicas en la calle y el transporte público con el objetivo de evitar el consumo entre los menores, el Consejo de la Juventud de Zaragoza (CJZ) quiere hacer pública su opinión.
Desde el Consejo consideramos que el alcoholismo es un problema de la sociedad española en general. Casi un 80% de las personas mayores de edad ha consumido alcohol en el último año, frente a un 66% de menores de edad (EDADES 2013). No hay un problema de alcohol en jóvenes (de hecho, la edad de inicio en el consumo se ha retrasado unas décimas). “Sí, la juventud bebe alcohol, pero no en la calle, lo aprende en cada comida o celebración familiar”, afirma el presidente del CJZ, Julio Martínez. “Es hipócrita felicitarnos por ser el segundo país en bares per cápita o por tener la fábrica de La Zaragozana, y luego poner el grito en el cielo porque la juventud bebe”, añade.
En Zaragoza, no tenemos un problema de botellón; es más, se ha reducido. Sin embargo, más allá de este fenómeno, hay que señalar el verdadero problema: el “consumo de atracón”, ya que es mucho más perjudicial para la salud. Frente a este modelo de consumo, las respuestas represivas (policiales o familiares) sólo lo agravan, ya que las personas jóvenes beben mucho y en poco tiempo por ser ilegal o para que “se les pase pronto el pedo” y al llegar a casa no lo noten sus padres y madres.
Por lo tanto, creemos más importantes y efectivas las medidas que hacen más énfasis en la prevención y en la educación en torno a un consumo responsable del alcohol. Y no tanto medidas como estas de carácter represivo que, en nuestra opinión, lo único que logran es que los menores se trasladen a otros puntos de la ciudad no controlados para realizar este consumo o alquilen locales o peñas. Así que la pregunta es: ¿queremos atacar el consumo de alcohol o sólo que sea “visible” con el botellón?
El Consejo de la Juventud de Zaragoza (CJZ) considera que la descentralización a los barrios de la oferta cultural, frente al modelo de los “macroespacios”, es “un buen primer paso hacia el consumo responsable vinculado al ocio y no al beber por beber”. Además, creemos importante para evitar el alcoholismo entre los menores que se promuevan alternativas de ocio que no incluyan el alcohol, como es fomentar la práctica del deporte y el asociacionismo juvenil, ya que las personas jóvenes que participan de ambas prácticas presentan un consumo más responsable en su tiempo de ocio. En definitiva, el Consejo de la Juventud pide a las instituciones y al Delegado de Gobierno:
1.- El apoyo y la formación a las familias para que eviten el consumo en las edades más tempranas, educando con el ejemplo.
2.- Participación de la juventud en la organización de las fiestas populares y la oferta de ocio. Fomentar grupos de diálogo entre jóvenes y vecinos afectados por los ruidos y molestias del botellón.
3.- Colegios, parroquias, Asociaciones de Vecinos y Casas de Juventud pueden trabajar por recuperar esa función (que tuvieron en el pasado) de lugar de ocio y socialización autónoma (sin alcohol), fuera del hogar familiar, que la juventud necesita.
4.- Ayudas a la emancipación temprana, que permiten a nuestros jóvenes esa autonomía de reunión con su grupo de amigos en una vivienda propia, sin tener por qué recurrir al alcohol. Mayor apoyo al deporte y el asociacionismo juvenil.
5.- El fin de las medidas represivas contra las personas jóvenes que consumen alcohol. Realizar trabajos comunitarios, en vez de multas.
6.- Atender las demandas de algunos policías sobre la ausencia de protocolos de actuación, que deben elaborarse atendiendo a la función educativa, no represiva, que los cuerpos de seguridad del estado también pueden jugar (y juegan ya, en muchas ocasiones).
Desde el Consejo de la Juventud de Zaragoza, consideramos que se puede actuar de manera eficaz contra el consumo de alcohol en todas las edades, pero que no se consigue con medidas meramente represivas. Esperamos que, como ha ocurrido en anteriores ediciones de las Fiestas del Pilar, el CJZ pueda formar parte de la Junta Local de Seguridad para trasladar estas y otras propuestas. Ojalá, en el futuro, las decisiones que afectan a la juventud cuenten con su opinión.