Ahora que se acaba el verano, ando repasando que he hecho en estos tres meses y vuelvo a acordarme de aquel viejo proyecto de dedicar unas vacaciones completas a los demás. Lejos o cerca eso da igual, la solidaridad no tiene lugar.
Sé que hay muchas personas que no han sido como yo, que han superado la pereza y el egoismo que impone la vida moderna para dedicar su tiempo libre a que disfruten otros. Ellos lo han hecho, por eso creo que es justo reconocerles su valor y esfuerzo aunque sea en un breve post.
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