Ya hemos empezado a definir el manifiesto de este año

Las entidades han empezado a mandarnos sus frases para completar el manifiesto 2011 para el Día Internacional del Voluntariado que celebraremos en Zaragoza el Día 1 de diciembre.

Éstas son algunas de las ideas:

Un día soñé que dentro de 20 años

– Las familias de madres solteras en riesgo de exclusión tendrían las mismas posibilidades que otras familias para salir adelante.

– Mi Proyecto de creación de un Programa de Voluntariado de calidad en mi organización sería tenido en cuenta, valorado y aceptado, y que sería un ejemplo de buenas prácticas en la gestión del voluntariado, al menos en cuanto a acogimiento, creatividad, colaboración y participación en la ciudadanía

– Las personas voluntarias formarían parte de un gran colectivo tan importante como el que forman los trabajadores y que su actividad  sería tenida en cuenta para reducir horas de trabajo en beneficio de la acción social comunitaria.

– Los empleados empresariales e industriales tendrían reducida su jornada laboral para poder participar, al menos dos días a la semana, en acciones voluntarias fuera de la empresa.

– Los empresarios se involucrarían en acciones humanitarias dedicando parte de sus ganancias en la creación de proyectos sociales en beneficio de los excluidos y necesitados a los que no puede dar trabajo, ofreciéndoles al menos la posibilidad de beneficiarse de los mismos con la participación voluntaria de sus empleados.

– El género masculino se implicaría en la acción voluntaria a un nivel similar al del género femenino, desde la mayoría de edad hasta los 70 años (edad de esperanza de vida útil actual)

– La acción voluntaria y la participación ciudadana desde el voluntariado sería una asignatura transversal del sistema educativo, comenzando por la inmersión de los padres en los órganos que así lo establecen en los colegios, dando ejemplo a sus hijos desde por lo menos los 6 añitos y continuando hasta los 16 años.

– La acción voluntaria formaría parte de la vida diaria creando una mancomunidad educativa en la que  los hijos de mis vecinos me vieran como  padres y yo los viera como hijos, ayudándoles a andar por la vida transmitiéndoles valores mínimos de solidaridad, colaboración, empatía, tolerancia, … entre otros

– Se reducían las cuotas de voluntarios en acción social porque se transformaban los beneficios sociales en pos de la autoayuda y porque los usuarios / beneficiarios de la acción social se subían al tren de la bonanza económico-social.

– Se le perdía el miedo a ser ciudadano…

– Se conquistaba el respeto a sí mismo… y por extensión a los demás .

– Nuestra red de voluntarios era como un gran engranaje que funcionaba por sí mismo con el motor de la ilusión y con la energía de un cambio real en nuestra sociedad.

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